Revela ejército peñista su versión de los hechos de #Ayotzinapa y fotos inéditas
Este miércoles el diario Milenio digital muestra fotografías tomadas por militares a estudiantes de Ayotzinapa en una clínica de Iguala la noche del 26 de septiembre, después de que fueran agredidos, presuntamente, por policías municipales.El ejército peñista, según sus dichos, 'asistió' a estudiantes normalistas sobrevivientes al “levantón” en Iguala la noche del 26 de septiembre.
De acuerdo el reportaje de Milenio, soldados del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, acudieron a la clínica Cristina, en esa ciudad, a fotografiar a los estudiantes.
En el lugar se encontraban 25 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotizinapa que arribaron al hospital después de ser agredidos, presuntamente, por policías municpales.
Los elementos castrenses tenían conocimiento de lo que estaba ocurriendo esa noche en Iguala e incluso fotografiaron a estudiantes esperando en la clínica, uno de ellos herido de bala en el rostro.
En el mensaje 22632 del 26 de septiembre, marcado como urgente, referido como arribo de normalistas, se informaba “a la superioridad”, en el inciso “G”, apartado “C”:
“Sobre la carretera Iguala-Chilpancingo, frente al Palacio de Justicia, (soldados o testigos, no queda claro) ubicaron otro autobús, el cual fue detenido por dos patrullas de la policía municipal, los cuales, con palabras altisonantes, les mencionaron a los estudiantes que descendieran del autobús”.
“Aproximadamente 22:30 horas, arribaron al lugar tres patrullas más, a bordo de las cuales bajaron policías vestidos de negro, encapuchados, los cuales les dijeron a los estudiantes que se bajaran, por lo que los estudiantes les mencionaron que tenían compañeros heridos, sin especificar de qué tipo. Aproximadamente 22:35 horas, los policías que llegaron trataron de bajar a los estudiantes del autobús”.
La imagen corresponde a Édgar Andrés Vargas, quien se ve con sangre chorreando desde el rostro al piso.
El joven fue atendido posteriormente en el Hospital General de Iguala y días después requirió cirugía plástica en el DF.
Los documentos militares, escritos en un estilo impecable y ágil, algo muy poco común para una bitácora militar redactada a toda prisa, enviados a la 35 Comandancia Militar en Chilpancingo, reiteran que se estableció contacto con el jefe de la policía de Iguala, Felipe Flores, quien desde entonces permanece prófugo y que esa noche minimizó los hechos. También se da a conocer que la policía estatal no interfirió pues no recibió “órdenes superiores”.
En las bitácoras queda claro que se informaba minuto a minuto “a la superioridad”, y también que el jefe policial de Iguala, Felipe Flores (prófugo desde entonces), mintió cuando, a las 22:15 horas, el comandante del batallón, coronel José Rodríguez Pérez, le preguntó telefónicamente qué era lo que ocurría en las calles:
“Manifestó, con una actitud de reserva y tratando de minimizar los hechos, que su personal se encontraba establecido en los filtros que se ubican en las salidas de esta ciudad; que no tenían ningún carro detenido, y que no se habían suscitado disparos de armas de fuego”, se lee en el mensaje “urgente” 22632.
Asimismo, se asienta que el gobierno estatal se negó a intervenir:
“A las 22:00 horas se estableció comunicación con el C. José Adame Bautista, coordinador operativo de la policía estatal en la zona norte, mencionando que personal de su corporación no asistiría a prestar apoyo a la policía municipal de esta ciudad, a menos que recibiera órdenes de sus superiores”.
Militares y estudiantes se encontraron dentro de la clínica Cristina y afuera de las instalaciones médicas, donde yacían los cuerpos de dos normalistas. Además se registra el ingreso de otros tres heridos al Hospital General de Iguala.
Posteriormente los 25 estudiantes localizados en el interior del hospital Cristina agradecieron al capitán segundo de Infantería el apoyo brindado, manifestándole que se retirarían y que ellos por sus propios medios le brindarían la atención médica a su compañero herido”, dice uno de los mensajes clasificados como urgentes enviados la madrugada del 27 de septiembre, de acuerdo al dicho de lo militares.
“Mensaje 22634. Urgente. Permítome informar a esa Superioridad (Comandancia de la 35 Zona Militar) que se obtuvo información de que ingresaron tres personas heridas por arma de fuego al Hospital General (…), al parecer estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, como a continuación se indica: A.- (Nombre tachado del estudiante) presenta una herida por proyectil de arma de fuego en el brazo derecho. B.- (Nombre tachado del estudiante) presenta una herida de proyectil de arma de fuego en una mano, habiéndosele amputado 4 o 5 dedos. C.- Una persona del sexo masculino en calidad de desconocido, quien presenta una herida de proyectil de arma de fuego en la cabeza”.
Este último estudiante era Aldo Gutiérrez Solano, en cuya cabecera de la cama hospitalaria se leía: Ruptura de cráneo por proyectil de arma de fuego. Sigue en coma, con 65 por ciento del cerebro sin actividad.
Los mensajes militares aseguran que la mañana del 27 de septiembre una docena de padres de los normalistas y líderes estudiantiles se presentaron en el cuartel del 27 batallón para solicitar apoyo en hallar a los entonces 57 desaparecidos, 14 aparecieron días después en sus domicilios, que presuntamente habían sido levantados por órdenes de José Luis Abarca, sin ser atendida su petición.
Agencias / Milenio
!
ResponderBorrar