Fracasa la 'ronda uno' del remate petrolero mexicano: ni regalado lo quieren
El régimen peñista sólo pudo adjudicar dos de los 14 bloques de exploración y explotación de hidrocarburos, en la primera licitación de campos petroleros en México, que pone fin a la propiedad estatal de los últimos 81 años. Debido a esto, los empleados peñistas encargados de rematar el petróleo mexicano anunciaron que 'modificarían los términos de las licitaciones'; en otras palabras, que para poder vender tendrán que abaratar más los precios del recursoEn esta primera subasta, de las cinco que se lanzarán en la Ronda Uno, hubo un solo ganador: el consorcio integrado por la mexicana Sierra Oil & Gas, la estadounidense Talos Energy y la inglesa Premier Oil.
Este grupo ganó la licitación de los bloques 2 y 7, que representan 14% de los 4,222 kilómetros cuadrados totales en oferta para su exploración y explotación en aguas someras del Golfo de México.
Esta meta se quedó muy por debajo de las expectativas del gobierno federal, que esperaba colocar al menos 30% de los campos, que es el promedio en el mundo. Sin embargo, hubo baja participación y propuestas pobres.
Participantes
De 24 empresas y consorcios precalificados para las licitaciones, sólo nueve registraron propuestas que, en algunos casos, no alcanzaron los valores mínimos de utilidad marcados por la Secretaría de Hacienda.
Por ello, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) tuvo que declarar desiertas las licitaciones para 12 de los 14 bloques, aunque las autoridades no descartan que los puedan subastar en otras rondas.
Frente a la baja participación de las empresas y de ofertas que en algunos casos apenas llegaron a 20% de utilidad mínima para el Estado, el subsecretario de ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, no descartó cambios en las próximas licitaciones.
“Estamos haciendo un análisis para ponderar si es necesario hacer modificaciones (de los términos económicos)”, dijo.
Al final de la nefasta jornada, que pone fin al control estatal de la industria petrolera, Juan Carlos Zepeda, presidente de la CNH, admitió: “El arranque no tuvo el impulso que esperábamos, nos quedamos por abajo de la meta”.
No tuvo el dinamismo deseado, agregó, pero hubo transparencia y contó con siete empresas internacionales. Entre ellas estaba la noruega Statoil, que perdió en sus dos ofertas.
“Quedan todavía cuatro licitaciones por delante que vemos con mejor expectativa, ya que representan un menor riesgo geológico y mayor viabilidad”, afirmó.
Zepeda atribuyó la falta de participación a las circunstancias del mercado petrolero. Dijo: “El factor más importante para analizar en esta primera etapa de licitaciones es la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional, pues afectó el flujo de efectivo de las empresas y redujo su capacidad de inversión”.
Informó que la segunda jornada de licitación está prevista para el 30 de septiembre, y tendrá características diferentes, mientras la tercera tiene como fecha el 15 de diciembre.
Respecto de la cuarta fase, que incluirá aguas profundas del golfo de México, y la quinta convocatoria, que es para hidrocarburos no convencionales, la funcionaria dio que se valorarán ante los actuales precios del petróleo.
Por los dos campos subastados en este primera etapa de licitaciones, el gobierno federal proyecta una inversión de 2,600 millones de dólares —1,300 millones por cada uno—, dijo Juan Carlos Zepeda, presidente de la CNH, al cabo de la colocación del bloque 7.
Informó que la mayor parte de la inversión ocurre en los primeros cinco años del proyecto, cuando termina la fase de exploración.
El consorcio Sierra Oil & Gas, Talos Energy y Premier Oil se llevaron el bloque 2 con una oferta de 55.99% de utilidad mínima operativa para el Estado, que superó el 40% como mínimo que estableció Hacienda.
Este primer proceso de licitación de la Ronda Uno comenzó el 11 diciembre de 2014, con la publicación de las bases de licitación y culminará el 17 de julio, con el fallo aprobatorio por bloque.
Los contratos de producción compartida se firmarán en agosto de este año.
Fuente: El Diario de Yucatán
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