Por herencia, ejecutan a hombre de 70 años en el DF
Un sujeto entró al restaurante de mariscos y le disparó directamente en la sienLa muerte le llegó a un hombre cuando disfrutaba de sus alimentos en el local de venta de mariscos de su primo, en el perímetro de la delegación Venustiano Carranza.
Jesús "N", de 70 años, solía acudir cada semana a comer al local de su familiar, situado en el número 32 de la calle Babbit, entre Platino y Plomo, en la colonia Felipe Ángeles.
El fallecido recibía una pensión desde hace varios años que le había dejado su esposa al morir.
Una de las actividades que solía realizar el septuagenario era visitar a su primo cada semana para charlar y disfrutar de la comida que le preparaba. La tarde de ayer fue la última vez que la degustó.
A las 15:00 horas, Jesús aguardaba en una de las mesas del comercio cuando un hombre de entre 25 y 30 años se acercó.
El agresor sacó de entre sus ropas un arma, con la cual apuntó directamente a la víctima y le disparó a la altura de la sien. Tras cometer la agresión, el homicida caminó hasta la calle Platino, donde un cómplice lo aguardaba en una motoneta, en la que escaparon en dirección al poniente.
A pesar de que el primo de la víctima solicitó la ayuda de paramédicos, cuando éstos llegaron únicamente certificaron el fallecimiento de Jesús López.
Problemas familiares. Oficiales de la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) Consulado acordonaron el área donde ocurrió el homicidio. En el lugar se mencionó que aparentemente Jesús López Gallardo se encontraba en una disputa familiar por una herencia, aunque aún no se sabe si ese es el móvil del homicidio.
Los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) laboraron en el lugar para recabar las evidencias.
El cuerpo fue llevado al anfiteatro de la Coordinación Territorial Venustiano Carranza 3, donde se inició la averiguación previa por el delito de homicidio doloso por arma de fuego.
Cada semana iba a comer
Jesús López Gallardo, de 70 años, iba cada semana a comer al local de su primo para charlar y disfrutar de la comida que le preparaba. Recibía una pensión que le había dejado su esposa al morir.
Fuente: El Universal
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